Un enigma llamado Amadeus

Muchas veces revisada y reinventada, la vida de Wolfgang Amadeus Mozart sigue siendo un misterio apasionante que despierta la curiosidad. A dos años del lanzamiento de De pronto la noche: tres episodios para piano y actorsus hacedores (la pianista Fernanda Morello, el actor Marcos Montes y el director y dramaturgo José Militano) vuelven a reunirse para dar vida a Mi querido Señor Mozart: concierto para piano, orquesta y actordesde el 25 de marzo y durante todas las lunas de abril en Teatro Picadero de la ciudad de Buenos Aires.

Mi querido señor Mozart. Foto: Andrea Zavaroni.

Después del texto que Militano teje para este hay show dos personajes reales: Mozart y su antigua alumna y amiga Barbara Ployer (también conocida como babette), para que el compositor escribiera sus conciertos. Uno de ellos, K. 453 en sol mayor, es la columna vertebral de esta fantasía clásica, y en el transcurso de este original lo escuchará completo, un montón de Morello y un equipo de cámara.

en la búsqueda de un actor francófono por los poemas de Aloysius Bertrand y los que Ravel basó en Gaspardo de la noche, Morello conoció la obra del dramaturgo Gonzalo Demaría (amigo común) con Marcos Montes, gran actor pero también actor musical, como el joven José Militano, quien completó el equipo artístico. La feliz experiencia de De Pronto en la noche ya en los tres cansados ganas de nuevo espectáculo, y una vieja idea de Morello al rodar junto a Barbara Ployer para el nuevo disparador.

–Fernanda Morello: Hace muchos años, un amigo, Silvio Killian, me dijo: «Un día presentó los dos conciertos que Mozart dedicó a Babette Ployer y tocó La fiesta de Babette», como en la película. Tuve esta idea. Cuando tenemos la función de De pronto la noche en la sala Casacuberta de San Martín, somos gente de teatro que aún no está en la música, que nos involucramos mucho en el espectáculo y comentamos lo que nos convenía hacer algo más para todos. Al público, aunque bajemos el concepto de quién está trabajando a nivel teatral y musical, pero la apertura que genera Mozart es incomparable con cualquier otro compositor del siglo XX. Y uno de los cables decidió que tenía que hacer este proyecto sobre Bárbara, con José, quedó fascinado y emprendió un proceso que duraría un año.

–Marcos Montes: Quería hacer otras piezas pero sin tener claro esta situación dramática, porque constantemente estamos orillando la frontera entre el teatro y el concierto, es algo que no termina en un concierto ni en una obra de teatro sino al mismo tiempo en la dos cosas.

–Fernanda Morello: Tengo ahora una pregunta desde el más profundo deseo por las canciones de ópera: ¿cómo será viva una representación en la que una persona tiene toda su investigación de la técnica o del intérprete, pero que además supone estar inmerso en una narrativa, actuar, obra de teatro o desentrañar acciones? Y creo que estaré feliz de hacerlo. Y de cualquier forma, con el pequeño detalle de lo que no cantamos, es como una especie de ópera con personajes que son hijos de un actor y un piano. Los instrumentistas no han tenido la dimensión interpretativa de un escenario durante gran parte de la historia, porque un concierto es un espectáculo muy teatral, pero siempre tienen la impresión de que están en transporte, incluso en detrimento de la propia música, porque la gente que se sienten más centrados en la música gracias al estuche que hemos plantado.

–José Militano: Siempre que la música que interpretamos aparezca sin ningún tipo de intervención, con la misma lógica. Después de haber momentos en los que hay una transición, pero la música sigue interpretada en modo concierto. Si tiene un interés particular en la obra musical o el compositor, deberá escucharlo sin interferencias.

–Marcos Montes: El texto de José es precioso, tiene un nivel bélico de sensibilidad y filo, porque trata sobre la relación entre Mozart y Bárbara, al menos como lo hace nuestra imaginación. Tenemos el gran poder de esto, de modo que dos personas que existen, el modo en que se relaciona y en el que es esta colaboración con nosotros, somos ficticios, y estamos en relación al día. Es nuestra aventura creativa entre los tres la que nos asegura hermosas burbujas en este tremendo momento del país. Cuando enseñamos, o cuando vemos las indicaciones de Fernanda sobre la música, creo que estamos enfocados en que salgamos algo muy bueno, porque buscamos un momento en el que quiere descubrirlo todo, dispara al caminante et qui salga. lo que salga, como si estuviéramos en la balsa de la Medusa, tironeándonos. Es muy conmovedor seguir a estos rincones, y creo que pasaré con esta obra, y que paso siempre con el teatro y la música: son invencibles.

–José Militano: Fernanda tenía mucha claridad sobre los tres movimientos del concierto de Mozart que estaban separados a modo de actos, que solían conservar algo de ese espíritu mozartiano, de esa idea de comedia dramática que tenía Mozart, una superficie hechizante en la que florecía algo. de emoción. que no se sabe por dónde llegó. No buscamos sacar una obra alternada con música más que este código que es el más abierto que tenemos en Tomorrow at Night, diferentes planes de discurso. Mozart es por algunos momentos una ficción y un narrador que guía al público, por otras escenas con Fernanda, que es en este momento una actriz que trabaja con mucha más decisión que en el espectáculo anterior. Es un coqueto con escenas imaginadas entre ellos, ciertos monólogos, algo de música entre los movimientos del concierto en referencia a esas clases de las que habla.

– Algunas voces dicen que el formato tradicional de concierto, con más de 200 años, está obsoleto. ¿Cree que propuestas de este tipo son una ventana al futuro?

–Fernanda Morello: Aunque sean válidos, se trata de lo que pueden hacer para vivir juntos. Realmente creo que la música es eterna y nunca cambiará sustancialmente lo que significa la experiencia de estar en vivo escuchando una cantata de Bach o una obra de Stravinsky. Aquí es donde hay un lugar de juego, el amor y la amistad de los tres artistas que nos rodean, los intereses que tienen sólo uno, y que no invalidan al otro. No estamos particularmente convencidos de que esto llegue a una nueva audiencia, pero es posible que tenga éxito.

–Marcos Montes: Por eso, las formas de expresión que se consideran muy buenas y que inevitablemente dan la calidad de los clásicos se volverán inevitablemente más rígidas con el paso de los años, por lo que los estudios más grandes tienen razón en estar basados ​​en la universidad. En esta investigación seguramente dará buenos y malos resultados. Si la proposición es «Vamos, que esto es lo que se entretendrá», te desaconsejo lo que quiero decidir con «divertido». Así pasé con Shakespeare: durante 500 años ha habido división de aguas entre algunos de los hijos de Shakespeare o no, pero el genio es el que queda. La experiencia musical sobrevivirá al fin del mundo, siempre será conmovedora y siempre sucederá algo increíble. Pero le daremos a Armando algunos obsequios distintivos.

–¿Cuáles son las dificultades que se encuentran al abordar repetidamente una figura procrastinando como la de Mozart?

– José Militano: Acabas de ver el tema al principio de este proyecto. Tengo un reflejo que se puede incorporar, y eso es lo que me da un problema, lo hago y lo uso al mismo tiempo para tratar la fuga. El problema aquí es que Mozart no es un roce romántico con su destino, y hay un hombre que hace del drama lo que prefiere. Generalmente mi instinto está plantado así de ser interesante, y le digo a la gente que van a trabajar de manera interesante por otros medios, y veo que es serio pensar que Mozart era sólo un tipo de felicidad. Hoy es lo más revolucionario que podría permitirnos convertirnos en artistas. Pertenecemos a la tradición post-Beethoveniana del artista y de su expresión, pero eso es lo que me encanta de la época anterior, es esta cuestión del componente para la madre de la noche, que tiene un concierto, esta cuestión de qué componente funciona, cuál El solista puede hacerlo, y la gente lo hace con esto: un acento puede ser más importante en la comunicación que en la expresión individual. Creemos que Mozart es más un estado de ánimo y una forma de vida que una cuestión de vericuetos biográficos. Porque no es como la logia musical, sino algo entendido que disfrutar es una forma de entender, así que pienso que lo entiendo. Creo que Mozart se divierte con cualquier cosa porque una persona tiene una relación con ello que genera algo para el público. Y tengo la fantasía de lo que, como Mozart escribió pensando en los solistas, escribió y armando para Marcos y Fernanda, como un pequeño homenaje en un modo de relación con quien está en los términos presentes.

–Fernanda Morello: Esta es una de las cosas que logra este trabajo de música. Sí, es por este lugar que me anima, por ejemplo, compartir parlamento con Marcos Montes, es un poco un delirio, y cuando me atacan los ataques de pánico mental que tienen una extensión del piano dondequiera que voy , y este también es el caso. Lo que pasó con el texto: es una extensión de la música. Tenemos muchas ilusiones sobre cómo recibir a la gente.