La coincidencia exigió que Felipe VI tomara el ejemplo de la princesa Leonor una vez que la señora del jefe del Estado se reuniera con su promoción de la Academia General Militar, la XLIV, a renovar su jura de Bandera, cuando finaliza 40 años después de que por primera vez se funda el colegio nacional cuyo escudo mand tejer la reina María Cristinavista de Alfonso XII, tatarabuelo de Felipe VI. Es la misma bandera que hay en 2010, cuando finaliza el 25 de agosto de su primer año del Jurásico, promete que la Princesa de Asturias pasará el mes de octubre ingresando en la Academia General Militar.
Pasaba la media hora de la onza de la mañana cuando los Reyes Felipe y Letizia acudían al patio de ‘la General’, mientras esperaban entrenar a los cadetes, entre los que se encontraban la Princesa Leonor y los 200 compañeros de ascenso de Don Felipe. Cada una de estas disputas radica en dónde acceder a la universidad. Felipe VI, con el uniforme de Capitán General, fue recibido por el Director General de la Academia, Manuel Pérez López, Compaero adems de promocin de Don Felipe, que tambin este sbado jur bandera.
Además, los monarcas están acompañados por el jefe de la Casa Real, Camilo Villarino, la jefa del Cuarto Militar, general Gracia Cirugeda y la jefa de gobierno del Estado de Land, general Enseat.
Los Reyes suben al palacio de las autoridades para recibir honores militares y, posteriormente, a Felipe VI sin revisión A las tropas para unirse a sus compañeros en la formación. A continuación ha dado paso la ceremonia de rejura. Don Felipe, como lo logró en su primer año y en el 25 aniversario, fue el primero en dirigir el colegio nacional entre los aplausos de los presentes y ante la mirada de su hija, que cursó en la general su primera formación castrense. El padre se convirtió en la mejor persona para su hija dando el ejemplo.
La princesa Leonor no está sentada con sus padres y está retenida en el mismo lugar que los 800 cadetes de la academia compartida, puede entrenar para seguir el evento desde el patio central. Un protocolo que se ha repetido en los diferentes actos que padre e hija han compartido desde que la Princesa de Asturias inició el entrenamiento militar.
Miguel Ángel Cano Rodríguezsoldado de la reserva y profesor de protocolo, explicó a EL MUNDO a qué se refiere en el acto de renovación: “Los ascensos de veteranos se realizan en el Patio de Armas de la Academia para renovar su juramento de lealtad a la Bandera. Lo hacen con el Corazón lleno de emociones, ante el mismo Bandera que lucha por su juventud, y en compañía de sus nuevos ascensos, crea como un tema profundo con el “Espíritu del General” para los militares que reencuentran con su juramento “Amigos del”. ascenso, que quieren sentir el compañerismo y la complicidad que compartieron durante su formación, pero también es el momento de dejar constancia de lo que no hay entre ellos”.
Además, la promoción del XLVI es muy especial, por lo que todos los que forman parte de ella siguen en permanente actividad. Los actos de rejura suelen celebrarse en un ambiente bastante familiar, pero es condición y la presencia del monarca, legítimamente, reforzó la magnitud del acto. Esto lo genera la etapa de Transicin, específicamente en su despliegue en la Guerra de Bosnia, bajo el mandato de las fuerzas de paz de la ONU y posteriormente de la OTAN.
Los militares, ante la atención del monarca, uno a uno, utilizaron la bandera para reafirmar su compromiso con España. También juré vendar las viudas de los nuevos caídos de la promoción, entre los que figuraban el coronel de ingenieros, José Manuel Jdez Alejandre, y un comandante de la Guardia Civil fallecido en un acto de servicio.
Tras la jura, el teniente general, Francisco Javier Marcos Izquierdo, jefe de la Unidad Militar de Emergencias, pronunció un discurso en el que pudo resaltar la importancia de mantener el compromiso con España y recordó algunos de los momentos que vivieron en Zaragoza cuando finalizaron su formación. “Recuperamos algunas trasnochas y estamos muy contentos con el descanso de la semana, así que nos vamos a Zaragoza a desconectar y pasar bien”. En su declaración se dirigió a los cadetes para que dieran ejemplo de su ascenso y expresó que “cada uno de nuestros seres ha estado prendido a la bandera de España para siempre”.
El director de la Academia General Militar, Manuel Pérez LópezTambién pronunció palabras en este sentido, devastando el valor de la promoción de 1984. Posteriormente, rindió homenaje a los cadetes y procedió a desfilar a los cadetes ante el hijo de la Academia.
Felipe VI prefirió no tener gran protagonismo en el acto, porque, al final, abandonó el patio central sin pronunciar un discurso.
