La Blanca Paloma y el Divino Pastorcito lucen en esta ocasión el drama histórico de los Montpensier, los mismos que disputaron la corona canónica
“Todos los días del año, yo soy feliz con mi gente, pero cuando llega mayo, me va cambiar el ambiente”. Este año llega otra carta desde el corazón de la hermandad del Rocío de Sevilla, porque la aldea de El Rocío ha amanecido este primero de mayo con Blanca Paloma entronizada tras sus huellas de cara a la romería que se celebrará dentro de unas semanas.
La Virgen del Rocío y el Divino Pastorcito visitan esta histórica ocasión traje conocido popularmente como «el de los Montpensier», de autor anónimo y fechado antes de 1919 (finales del siglo XIX). Una de las piezas fundamentales de su llegada, el patrón de Almonte tuvo momentos importantes como su coronación canónica, la visita del Papa San Juan Pablo II o los reyes de España, D. Felipe y Dña. Letizia.
Bordeada sobre una tela bañada en oro con hilos metálicos dorados y adornos de joyería, lentejas, cordones de cerdas y metal rubio, la prenda Seré restaurado en 2023. en el departamento textil del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
Además, mientras la Virgen esté sobre su Divino Hijo Lucen las coronas que les feuron impuestas el 8 de junio de 1919 con el motivo canónico de la corona. Las ráfagas son la punta del martillo, en plata de ley, de 1949. El papel de la Virgen es el de Muñoz y Pabón, presentes también en la Romería de 1919, la toca realizada por Joaquín Castilla y la media de Tello de Eslava.
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