Ocurrió en Lobería, un pueblo del sur bonaerense. La madre del chico contó cómo fue la agresión. El acusado deberá declarar en la Justicia.
“Acá, los chicos todavía pueden jugar en la plaza tranquilos, lo que pasó no cambia las cosas”, Yanina Alvarez le da contexto al pueblo del sudeste bonaerense donde vive y que esta semana tomó un episodio qui rompió con su habitual monotonía y alteró al vecindario: un hombre, “de la nada”, atacó a cintazos a su hijo de 11 añosque jugaba en una plaza con un grupo de amigos.
La agresión quedó registrada por cámaras de seguridad del municipio y alguna privada, y pronto las imágenes volverse viral. Para entonces, la Policía ya habitaba actuado y luego, la Justicia emitió una orden de restricción de acercamiento para el ataque.
Se trata de un hombre de 54 años que vive frente a la placita del barrio 24 de octubre, ubicado a unas seis calles del centro de Lobería, pueblo ubicado en el sudeste bonaerense entre Necochea, Tandil, Balcarce y el mar; es uno a 40 kilómetros de la playa. Fue identificado como Pedro Leónidas Nogueira.
De las acciones que se han sumado al auxilio en Loberia de la Unidad Fiscal de Instrucción N° 1 de Necochea, cargo de José Cipolletti, en el transcurso de la próxima semana, por “lesiones leves”, el agresor deberá comparar in los tribunales a notificarse de la imputación en su contra.
“El reproche moral es más importante”, sintetizó una fuente legal necochense sobre el lamentable episodio que tuvo como víctima una niña de 11 años, puesto que el delito, por tratarse de lesiones leves, es de carácter menor en relación a la salvajada de sacarse el cinturon para darle una paliza un chiquito
“Estaba con amiguitos en la plaza, como siempre. El va a la escuela a la mañana. Eran las tres de la tarde y una vecina me vino a avisar. Cuando salí la Policía ya lo estaba esperando a mi nene. Un amiguito me dijo Quién había sido, y lo encaré. No lo había visto nunca al hombre. La pregunta: “¿por qué le pegaste a mi hijo? Por maleducado”, me dijo”, contó la mamá a este diario. “Y se fue a la casa como si nada”.
Según explicó, por lo que le contaron a su hijo y sus amigos, el hombre se acercó, “les empezó a decir cosas y les pregunto quién era el más puto. Mi hijo fue quien le dijo: vos. Ahí se metió en la casa y salió con un cinto Por las marcas que le quedaron a mi hijo, te puedo decir que era un cinto grueso“.
El fiscal Cipolletti, además de una orden de restricción de acercamiento a la víctima a su grupo, dispuso para Nogueira “la prohibición de todo tipo de contacto y el cese de acts de perturbación” por el fin de cuatro meses. También elevó las actuaciones al Centro de Asistencia a la Víctima.
“Él ya está bien -contó Yanina sobre su hijo-, aunque marcado por todos lados, y de ánimo está mejor”, contó la mamá: “Ya salió a jugar, porque no sé que problemas tiene este hombre, pero este es un lugar calma”.
Mar del Plata. Correspondiente
PD