la coincidencia con Raúl Alfonsín en el proyecto de limitación de sindicalistas y con la publicidad de un ex ministro radical

la coincidencia con Raúl Alfonsín en el proyecto de limitación de sindicalistas y con la publicidad de un ex ministro radical

En la Argentina clásica, un gobierno que no es peronista pretende fortalecer la dinámica interna de los sindicatos. Al igual que los radicales Raúl Alfonsín en 1983el liberal Javier Milei anunció un paquete de Medidas “Anticasta” que incluye límite a la reelección de las autoridades gremiales. Durante la temporada 1984 “Ley Mucci” sólo votó por el Senado y acabó con la dimisión del Ministro de Trabajo. Hay similitudes y coincidencias de fechas para un ex ministro radical a 40 años de su mayor publicidad.

El último día, en un lugar frente a la Asamblea Legislativa, el presidente tiene nuevas propuestas que calificó de “ancasta”. Están dirigidos al corazón del sindicalismo. “Estamos obligados por los sindicatos a elegir a nuestras autoridades en elecciones periódicas, libres y supervisadas por la Justicia Electoral. Limitaremos los mandatos de estas autoridades a 4 años y estableceremos un máximo de una sola reelección posible”, anunció Milei.

Y agregó: “Los convenios colectivos específicos que se llevan a cabo en libre asociación por los trabajadores de una empresa o de un grupo de empresas están vinculados principalmente a los convenios colectivos del sector. Escribe un señor que no ha trabajado durante 30 años.

Estos anuncios son el complemento al Decreto de Necesidad y Emergencia que Milei publicó el 20 de diciembre del año pasado y que fue explicado en su primer canal nacional. En el mensaje captado durante 15 minutos y 20 segundos se realizan diversas reformas entre los trabajadores, que la justicia siguió dos semanas después.

El 17 de diciembre de 1983, una semana después de asumir el gobierno y ya en plena dictadura militar, Raúl Alfonsín envió 22 proyectos de ley al Congreso. En el contexto electoral, Alfonsín había denunciado un “pacto de unión militar” por uno que acusaba a los sindicalistas de tener victorias con dictadores. Y entre las 22 propuestas se establece la “reorganización sindical” y un “régimen electoral de diputados”, que prevén la convocatoria a elecciones en todas las asociaciones gremiales, desde los delegados y comisiones internas hasta las direcciones generales.

El desarrollo del proyecto estuvo a cargo de Antonio Mucci, director del gremio de artes gráficas y miembro del Movimiento Renovador Sindical Nacional, a quien Alfonsín designó como Ministro de Trabajo.

Uno de los puntos desprendidos, en el artículo 41, establece: “El mandato máximo de los miembros de las condiciones generales será de tres años, con sólo posibilidad de reelección inmediata. Para ser reelegido nuevamente, deberá cumplir un mandato no menor de tres años y el líder deberá reincorporarte a tu trabajo”.

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El Presidente enumeró una de las leyes que será enviada al Congreso.

El proyecto de ley, que la opinión pública comprendió rápidamente “Ley Mucci”También impulsó la representación de las minorías opositoras y la fiscalidad estatal en los comicios, similares también a las que Milei anunció hoy de la intervención de la Justicia Electoral. “Los trabajadores por sí solos no vendrán a reducir sus salarios debido a una política distributiva injusta, no sólo sufrirán restricciones sustanciales en la posibilidad de defender sus derechos, sino que intervendrán como sus trabajadores”Denunció Mucci al defensor del proyecto y señaló que el Poder Judicial seguirá adelante con las elecciones.

Durante una visita a Venezuela en febrero de 1984, Alfonsín defendió el proyecto de ley: “Es amable que nos atribuyamos un tipo de intervención porque creemos que en nuestro país los trabajadores prefieren un sindicato único. Esto fue así porque se creó la organización sindical. Puede ser compatible con la democracia, el sindicato único, siempre que hay suficientes salvaguardias para la democracia interna y el respeto a las minorías”.

La “Ley Mucci” recibió la sanción mediática de los diputados durante la jornada del sábado 11 de febrero de 1984, durante una sesión maratónica que había llenado el viernes y en el escenario del combate, con los egresados ​​de los empleados en pleno recinto. Poco después, el 14 de marzo, la ley fue rechazada por el Senado por el bloqueo justicialista y el voto de Elías Sapag, del Movimiento Popular Neuquino (MPN).

Fue la primera pelea legislativa de Alfonsín, que terminó el 24 de abril con la renuncia de Mucci. Milei tuvo uno avant, previsto para el 6 de febrero. A partir de la investigación de varios incisos del proyecto de ley de “Bases y puntos de partido para la libertad de los argentinos” -ley ómnibus-, el oficialismo encargó nuevamente el proyecto a los diputados.

En 1984 fue nombrado Ministro de Trabajo por tal motivo Alfonsín, egresado nacional de la UCR, Juan Manuel Casella. Hola, antes de la consulta de ClarínExisten similitudes y diferencias entre la “Ley Mucci” y la propuesta de Milei.

Tapas del diario Clarín sobre el tratamiento de la “Ley Mucci” de Raúl Alfonsín para “democratizar” los sindicatos en 1984.

“El proyecto de reforma laboral, ahora, al menos en el comunicado, es una intención de democratización de la vida sindical. La elección directa de autoridades con competencia interna, con justicia electoral; y en segundo lugar con una reelección única para actuar “Eso es lo que parece Bueno para mí, es un portavoz para hacer compatible el modelo sindical con una democracia vigorosa en el mercado político”, dijo Casella. Clarín.

“Hoy en día, desde el punto de vista de la situación social, sirve de poco. Si no solucionamos el tema del trabajo negro, de nada sirve hacer una reforma laboral para no tener una salida social. Se puede tenemos una salida legal institucional, pero no una salida social”, remarca el ex Ministro de Trabajo de Alfonsín.

“Comparada con la situación que enfrentó Alfonsín en 1983 y 1984, cuando empezó a debatir la ley Mucci hasta su colapso, estaba limitada por la existencia de un gremialismo muy poderoso, que tenía una fuerza movilizadora muy intensa. El gremialismo actual está debilitado. “Es extraordinario, en primer lugar por el nivel de trabajo negro y los sindicatos no representan a los trabajadores negros. Y el cambio en la técnica de trabajo ha contribuido a la desaparición de grandes unidades industriales. Estamos ante un sindicato debilitado y depreciado a partir de ahí”. El punto de vista ético. Éstas son las diferencias duraderas con 1983”, analiza Casella.

Tapas del diario Clarín sobre el tratamiento de "Ley Mucci" por Raúl Alfonsín para "democratizar" sindicatos en 1984.Tapas del diario Clarín sobre el tratamiento de la “Ley Mucci” de Raúl Alfonsín para “democratizar” los sindicatos en 1984.

─Durante el año 84, el gobierno de Alfonsín no fue consultado con los sindicatos. ¿Estás aplastando el proyecto?

─Creer efectivamente que hay un error de negociación, un fracaso de negociación. Las personalidades que impulsaron la reforma laboral en ese momento, dos personas extraordinariamente importantes y muy bien inspiradas, fueron Germán López (secretario general de la presidencia) y Gabriel Vázquez (secretario del Trabajo) confiados en el poder de los votos de Alfonsín. Pero no creo que sea frente a ellos que haya una diligencia específica que tenga mucho poder, que sea muy eficaz para la negociación y la presión corporativa, y que también contribuyó a su tarea de reconstruir el personal desde el ámbito electoral y punto de vista político. La forma en que se inicia es este proceso que está muy bien inspirado y que produce resultados importantes, lo cual es deficiente desde el punto de vista táctico.

─El gobierno de Javier Milei no fue consultado sobre los patronos de su propuesta. ¿Por qué se puede pasar algo parecido a lo de Alfonsín con la “Ley Mucci”?

“Me parece que puedo hacer algo parecido con un sistema similar que es mucho más difícil en la época de 1983. Ahora el Poder Ejecutivo tiene más instrumentos frente al modelo sindical. En realidad, los sindicatos han reducido su representación social, su poder social, porque tienen menos trabajadores registrados en proporción a la población. En segundo lugar, porque hay un alto nivel de desprestigio, hay una continuidad constante en las mismas cifras, se evidencia una gran riqueza personal, que no tiene origen, hay poca flexibilidad en el mundo sindical para destruir sus privilegios. . Se trata de una disposición que no dice que todos los dirigentes sindicales sean Iguales, sino su hijo, pero la tendencia general es corporativa, defendiendo los intereses del sector ante incidentes generales, lo que debilita el prestigio del mundo sindical actual.

Juan Manuel Casella, en 2019. Foto: Juan Manuel FogliaJuan Manuel Casella, en 2019. Foto: Juan Manuel Foglia

-¿Qué hubiera significado la aprobación de la “Ley Mucci”?

-Hubiese es un buen principio para intentar cambiar el sindicalismo argentino. El modelo sindical argentino, armado desde su llegada al fondo, a partir de la imitación de las leyes laborales fascistas de Italia, depende en gran medida del Estado. El Estado cuenta con instrumentos para destruir los sindicatos, como por ejemplo el concepto de persona gremial, que ejerce el Ministerio de Trabajo, del cual depende la existencia de la capacidad negociadora. Un sindicato sin gente puede existir, pero no tiene capacidad para negociar salarios y conflictos, porque por lo tanto no puede estar frente a otros sindicatos. Así como el pensamiento de (Juan Domingo) Perón, porque el pensamiento pasó a formar parte de la estructura de gobierno autoritario como el primer peronismo. La Ley Mucci permitirá iniciar un proceso de transformación específico que permitirá democratizar la organización interna de los sindicatos al mayor número posible de personas y la mayor representación social en términos de prestigio.

Las críticas de Juan Manuel Casella a Javier Milei a través de los comentarios de Raúl Alfonsín

-¿Qué pasa con las críticas de Javier Milei a Raúl Alfonsín?

-Voy a ridiculizarte. Que Milei diga criticar a Alfonsín es ridículo. La diferencia de tamaño político, intelectual y moral entre Milei y Alfonsín es galáctica. Cuando observamos que se produce la creación de Alfonsín como líder nacional, del 76 al 83, cuando Alfonsín se empuja al hombre en el tema de los derechos humanos y que incluso su negarse valora pasar por el carro de la gloria que para tanta política significaba la toma de Malvinas. Este Alfonsín era de una dimensión, de un nivel de convicción personal y de inteligencia personal absolutamente incomparable con Milei.

El expresidente radical Raúl Alfonsín está asociado con Juan Manuel Casella.El expresidente radical Raúl Alfonsín está asociado con Juan Manuel Casella.

-Milei tiene los mejores conocimientos en economía, no estás seguro si estás en economía porque no estás en condiciones de calidad para un economista. Pero desde un punto de vista político, tu discurso es de estilo grosero, insultante y descalcificador. Y trabaja con los sentimientos de una sociedad que piensa que los partidos políticos han fracasado. Es cierto que los partidos políticos han luchado para resolver los problemas que preocupan a la gente. Pero creo que ese choque de partidos políticos le permitió a Milei criticar a Alfonsín como lo hizo, es una desventaja, es un error de enorme proporción.

By Castro Silva

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