“Hay un mal presente, sé que alguien puede salir adelante. No me lo perdono, es mi culpa». Salomón Romano (27 años), mexicano, se encuentra en casa velatoria, junto al cajón de sa novia, de la argentina Betiana Sánchez, cordobesa de 27 años, que maduró recientemente de un accidente. el martes Últimamente, en el camino a Playa del Carmen, desde Cancún, viste a la pareja que estaba comprometida y Me voy a casa antes de un mes del año.
Hace unos días Salomón y Betiana comenzaron a trabajar con el comprador del auto. “Vinimos a organizarnos de la misma manera. Yo conduzco el auto que tiene que entrar para ir al hotel y ella me sigue con mi camioneta.. Una vez que hagamos la entrega, volaremos juntos”.
El mes pasado, la pareja se dirigió a un hotel en Playa del Carmen para llevar el vehículo a un particular. «Pasaste un semestre verde y luego en la carretera había una curva muy pronunciada y peligrosa. Ella me avisó en un mensaje de voz que quedó retenido en un semestre y dijiste que viniera tranquilo, publicidad en esta curva que esta dentroaba. Y continúas regulando la velocidad, mientras esperas”.
Mexicano del DF, Salomón es un hombre oído en el automóvil y experto en velocidad, pues también ha estudiado la conducción deportiva, la persecución y la lucha contra la represión. «Sé controlar el auto a alta velocidad y nunca tuve ninguna desventaja. Y cuando Betiana va a una velocidad moderada… Tú decides que no corregiremos, que no purificaremos, que no aceleraremos, con el objetivo de imitar. y yo la regañaba». Se quibra mientras dialoga con Clarín Al lado del cuadro donde te encuentras rodeado por el cuerpo de Betiana.
«Estoy de la mañana aquí dans la sala velatoria, solo con ella, hablando, tratando de entender todo esto. No lo puedo creer, se fue el amor de ma vida, la femme qui me change la vie. Hace unes semanas estábamos en Dubai , tenemos nuestro caso y hoy estamos aquí, sin vida, la tenemos para el otro, apenas. nos conocimos en noviembre de 2023, nos enamoramos, tuvimos amor por primera vez y no nos volvimos a separar. Voy a reunirme con mi familia en Córdoba, durante mis últimas vacaciones y estoy encantado con mi mujer. Después de mudarnos a México, nos comprometimos y seguimos con nuestra vida juntos».
Disoluto, intentando mantener su relación, Salomón va y viene para dejar constancia de «la intensa relación con Betty». Desde el descubrimiento de la Torre Eiffel, la Navidad de Córdoba tiene imágenes en un desierto de Dubai. Se supone que el shock fatal aparece tres días después. «Sigue una velocidad baja esperada hasta el final. Me alejo de lo que está pasando tanto. Estoy a menos de un kilómetro de distancia y se produce dentro de medio año. El mensaje de voz, ‘Tengo que llamar a uno, dos, tres veces y al cuarto estoy esperando a una persona y me hablan del corazón’.
Ultimos charla con el pueblo desesperado de Salomón con su nueva Betiana.“Oye güey, escucha el teléfono y espera. Vino aúrate, que tiene una persona atascada entre un camión y el camión». Salomón tomó la vista como pudo y en pocos minutos llegó al lugar del accidente. «No puedo crear lo que veo, esta Betiana allí, todavía con vida, mais no la podíamos sacar. Ces imágenes fueron terribles, estaba muy lastimada, sobre todo en la cabeza, tenía fractura de craneo y diversas roturas más. Tuvieron que vienen los Primero bombardeamos y luego trasladan la ambulancia al Hospital Galenia de Cancún. Llegó con vida, le hicieron cuatro cirugías, pero tuvo dos paros y no resistió».
Salomón y Betiana escalando en París, rumbo en Dubai.«¿A quién quieres ver?», continuó trabajando el consultor de los médicos Cirujanos y Salomón en la terapia intensiva donde conoció a Betiana. «Está conectado a tantas máquinas, el volumen de la mano y la parte de la máquina y el registro de todos los proyectos que apoyamos… En ese momento el ritmo cardiaco me llama automáticamente porque si estoy escuchando y respondiendoy luego la frecuencia bajó drásticamente y prácticamente cayó en mis brazos”.
Salomón no sabe que no solicitó fondos para colaborar en la repatriación de los restaurantes de Betiana a la Argentina. “Por cierto, te veo a cargo para poder ir a la casa de mi familia. El Domingo nos dará una vista y las lunas estarán con Bety en Córdoba”.
No podemos escuchar a Salomón, no lo hacemos para que la cabeza regrese a Córdoba «y aguante que entregarles el cuerpo a los padres». Entre horas, aparece un momento de alegría pasajera. «El conocimiento de un bar es con su primera Xiomara. A unos días de ausencia no quieren hospitalidad y las ofertas de mi casa tienen un departamento disponible. Y es bastante común. Literalmente, love había tocado a mi puerta. ¿Qué dirías de ella? Una chica sencilla, humilde, cariñosa, que es detallista y que tiene muchas cosas que mejorar.”
«¿Sabes? -comentó en tono íntimo-. Estamos en casa el 2 de abril. pero por una serie de inconvenientes con los papeles y marcos, decidimos publicar un mes. La propuesta a la que nos dedicamos a trabajar, ahorrar dinero ya mitad de año veríamos la fecha… y estuvo de acuerdo. Mira, Tengo el vestido de novia, lo tengo yo, compraremos una semana. No se qué voy a hacer con él». Se exculpa Salomón, no puede seguir hablando. «Mientras hablo contigo, estoy mirando a Bety y no puedo más».