Cuando el cncer de mama asoma en el embarazo: “El obstetra quera que el beb estuviera el mximo dentro de m; el onclogo, que naciera cuanto antes”

Cuando el cncer de mama asoma en el embarazo: “El obstetra quera que el beb estuviera el mximo dentro de m; el onclogo, que naciera cuanto antes”

Te explota la cabeza”. As resume Sara Cano, bailarina y coregrafa, lo vivido hace apenas un ao, cuando hubo de subirse al carrusel emocional de digerir un diagnstico de cncer de mama en la misma semana en la que el ‘predctor’ haba dado positivo. “Era una locura: la alegra de un embarazo tan deseado y, a la vez, el mazazo del cncer. Luego result que lo que en un primer momento pensaron que era un tumor poco agresivo no lo era tanto, que no haba un bulto sino dos y que haba que actuar con rapidez. No me daba tiempo a asimilar una noticia cuando llegaba otra, a asumir que tena cncer al tiempo que pensaba que a lo mejor tena que perder al beb”.

El de Sara es un caso poco frecuente, pero no aislado. La incidencia global del cncer de mama gestacional oscila entre el 0,2% y el 3,8%, pero asciende al 7%-14% si se considera nicamente a las mujeres menores de 45 aos. “Es una situacin poco habitual, pero cada ao en el equipo nos encontramos con tres o cuatro casos de mujeres que tienen un cncer de mama durante el embarazo”, explica la doctora Eva Ciruelos, coordinadora de la Unidad de Mama de HM Hospitales – HM CIOCC.

Cncer de mama gestacional: cmo se aborda

El concepto de equipo del que habla la especialista es clave en la atencin a estas mujeres. Como seala la doctora Mara Fernndez Chereguine, ginecloga oncolgica de MD Anderson Center Madrid y miembro de la seccin de Ginecologa Oncolgica de la SEGO, “es crucial que la paciente pase a una unidad multidisciplinar, porque va a necesitar la valoracin de gineclogo, onclogo, patlogo, radilogo... Hay que verlo de forma conjunta, determinar qu pruebas se pueden y se deben hacer, y en qu orden. Si un gineclogo no est familiarizado con el cncer, ese diagnstico asusta y a lo mejor, de entrada, puede recomendarle a la paciente que no siga adelante, cuando rara vez es necesaria la interrupcin del embarazo. Algunas mujeres lo deciden as, pero casi todas quieren seguir adelante, y en la mayora de los casos es posible”.

Ante un cncer de mama gestacional, esa toma de decisiones conjunta es necesaria dado que, explican ambas expertas, hay mltiples escenarios: “Hemos de tener en cuenta la etapa gestacional en el momento del diagnstico, el estadio de la enfermedad, el tipo de tumor, el riesgo para la madre si se retrasa el tratamiento, el riesgo que las terapias pueden suponer para el feto… Son muchas variables y hay que valorarlas a fondo”.

Del cncer ‘tontorrn’ al “a lo mejor…”

Se trata de un proceso complejo no exento de vueltas de tuerca, como sucedi en el caso de Sara: “El lunes me dijeron que el mo era un cncer ‘tontorrn’, de perfil poco agresivo, que me iban a operar para quitarme esos nodulitos, despus dejaran transcurrir el embarazo y tras el parto me daran radioterapia. Slo les falt darme la enhorabuena. El mircoles, cuando estaba entrando a ver el festival de Navidad de mi hijo, me llamaron para decirme que la cosa era ms complicada y que a lo mejor me tenan que quitar todo el pecho”.

“A lo mejor”. Haba controversia en el equipo: los onclogos eran partidarios de hacer una mastectoma radical. Los gineclogos, de quitar solamente el tumor. Y le dijeron a Sara que lo decidiera ella. “Qu haces ah? No eres experta, no ests capacitada para tomar esa decisin. Finalmente se opt por una tumorectoma amplia, pero dos semanas despus de la ciruga llegaron las malas noticias: haba micrometstasis alrededor de los ganglios, un borde infectado… y me dijeron que haba que volver a operar para quitar el pecho entero”, explica.

Ella estaba en las primeras semanas de embarazo, una etapa donde la ciruga es el nico abordaje que se puede llevar a cabo. La radioterapia no est indicada en ningn momento del tratamiento del cncer de mama gestacional ya que puede provocar malformaciones en el feto, al igual que sucede con el tratamiento de hormonoterapia, cuya administracin debe posponerse hasta despus del parto.

En cuanto a la quimioterapia, seala la doctora Ciruelos, “en el primer trimestre los riesgos -aborto espontneo, malformaciones graves o muerte fetal- son muy elevados. A partir del segundo, normalmente hacia la semana 16, ya se valora su utilizacin. Tenemos dos grupos teraputicos, antraciclinas y taxanos, que se pueden administrar sin que haya riesgo para el feto. En caso de que el cncer sea de tipo HER2, tambin ser necesario esperar al parto para poder utilizar los frmacos especficos para este tipo de tumor”.

Sara Cano fue diagnosticada de cncer de mama la misma semana que supo que estaba embarazada.SERGIO GONZLEZ

“Te roba la alegra del embarazo”

La idea de recibir quimio es otro momento difcil de gestionar para las mujeres embarazadas. “De alguna manera, te roba la alegra del embarazo”, recuerda Sara, “ests contenta porque esperas un beb, pero tienes miedo de poderle perjudicar y sientes que no te puedes apegar a l porque no sabes si todo va a salir bien. En mi caso, me pusieron tambin en otro brete: me dijeron que decidiera si me daban o no quimio. Finalmente, opt por recibirla. Pero es muy difcil: sientes que este ser que llevas dentro se est gestando con ese veneno que entra en tu cuerpo. Por mucho que el onclogo te diga que est todo bien, es un acto de fe”.

En lo que respecta al embarazo, puede seguir su curso normal, aunque con controles especiales, seala la doctora Fernndez Chereguine: “Las seguimos en la unidad y tambin hablamos con el centro donde van a dar a luz porque, al fin y al cabo, son embarazos de alto riesgo. Y no slo por la quimio, tambin por el estrs. Pensemos que estn en una montaa rusa de enorme labilidad emocional, preocupadas por su salud, pero tambin por la del feto. Por eso, desde la unidad multidisciplinar se les ofrece ayuda psicolgica”.

Psicooncologa y decisiones

En el campo de la psicooncologa, Sara tuvo una suerte desigual. “La primera especialista con la que habl me deca que lo que me pasaba era normal, pero yo lo que quera era que me diera herramientas para no volverme loca, para no tirarme por un balcn. Su consejo era que lo hablara con amigas o que me tomara una pastilla. Busqu otra terapeuta, y esta s me ayud muchsimo. Tambin fue estupenda la ayuda que recib en la Asociacin Espaola contra el Cncer, me facilit encajar el hecho del cncer y el del embarazo, asimilar todo lo que iba llegando”.

Porque, a medida que avanza la gestacin, llegan nuevas decisiones. Se trata de valorar en qu semana suspender la quimio, de decidir si dejar que el embarazo llegue a trmino o si es mejor adelantarlo, programar una cesrea… A Sara, una vez ms, le toc otra vuelta de tuerca: “El obstetra quera que el beb estuviera el mximo tiempo posible dentro de m para que madurara; el onclogo quera que naciera cuanto antes para poder reanudar la quimioterapia. Se program el parto para la semana 36, pero unos das antes, debido a una infeccin en el catter, entr en el hospital con sepsis. Haba que sacar a la nia y se hizo una cesrea de urgencia con anestesia general. Otro dramita ms, otra vez a encajar, todo el tiempo reseteando”.

Un final feliz

Su hija naci el 29 de junio. Se llama Gaia, la que viene despus del caos, y es una nia sana que da sentido a todo lo vivido. “Todo el embarazo fue muy duro, pero ves a la pequea y te anima, relativizas lo vivido”. No hubo lactancia materna -una renuncia ms-, algo habitual en los casos de cncer gestacional. “Es una pena, porque crea un vnculo con el hijo, pero si se debe continuar con la quimioterapia, o es preciso hacer radioterapia, los tratamientos son incompatibles con el embarazo”, seala la doctora Ciruelos, y Fernndez Chereguine apunta que, en el caso de la radioterapia, “si para la madre es muy importante la lactancia materna, a veces se puede consensuar esperar un poco a su aplicacin”.

Sara acaba de terminar el ltimo ciclo de quimioterapia y, en breve, empezar con la radio. “Despus, tendr que tomar pastillas durante cinco aos. Pese a todo, quiero tomrmelo todo como un grito de vida, un motor para seguir. Estoy calva, sin teta, pero feliz con mis hijos. Y, para quien pueda verse en mi situacin, quiero decirle que, aunque al principio ves el abismo, un miedo terrorfico, se trata de ir paso a paso, escaln a escaln, sin amontonarse y para adelante”.

By Castro Silva

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